Podemos pedir disculpas por nuestra falta de paciencia, insultos y malos modos, pero eso no garantiza que no dejemos cicatrices en los demás para siempre.
Cuidemos a los
que nos rodean, nuestros compañeros y compañeras son regalos que nos animan a
seguir adelante. Tengamos paciencia con los demás y pongámonos siempre en el
lugar del otro. Puedes hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario